Hoy te propongo que te pongas el delantal, cacharrees un rato y prepares tu propio exfoliante casero.
Está especialmente concebido para el cuerpo, aunque ya verás que te doy varias opciones para que puedas adaptarlo también para el rostro con ingredientes más suaves.
Si disfrutas cuidándote, entonces te lo pasarás en grande haciendo esta receta. Y si lo tuyo no son las creaciones caseras, entonces no te pierdas mis 5 exfoliantes infalibles.
Hay varios productos comerciales que están muy bien, y me apoyo en ellos para la mayoría de los días; pero que sepas que también es perfectamente posible hacerlo fácilmente en casa.
Te indico los ingredientes que necesitas y los pasos a seguir para ello.
Cómo hacer un exfoliante corporal casero
Vamos a crear una receta de lo más básica, aunque la vas a poder complicar tanto como quieras.
Ingredientes:
- 2 tazas de azúcar moreno
- 1 taza de aceite de coco
- Opcional: aceites esenciales y extracto de vainilla
Elaboración:
Dado que es bastante probable que el aceite de coco se encuentre en estado sólido, es conveniente calentarlo ligeramente unos pocos segundos con la finalidad de derretirlo.
No obstante, en caso de que no desees hacerlo así, también puedes optar por elaborarlo como te comentamos a continuación.
Solo debes batir el azúcar moreno junto con el aceite de coco en estado sólido (aunque la textura debe ser lo más suave posible, lo que significa que no debe estar muy duro).
Luego, añade cualquier aceite esencial que te guste (el aceite esencial de naranja, por ejemplo, combina a la perfección), y un poco de extracto de vainilla.
Es conveniente batir ligeramente hasta conseguir una textura similar a la masa de galletas; es decir, ligeramente arenosa pero suave.
También puedes optar por utilizar un procesador de alimentos en lugar de un batidor, aunque debes tener en cuenta que no es muy recomendable procesarlo durante mucho tiempo, dado que el aceite de coco podría acabar por derretirse por completo.
Una vez se haya obtenido la textura deseada, simplemente almacénalo en recipientes de cristal que puedas cerrar de forma hermética. Se conservará perfectamente a lo largo de las siguientes semanas.
Otros ingredientes que puedes emplear como exfoliante
Cuando nos planteamos la posibilidad de elaborar nuestro propio exfoliante casero, es conveniente saber de antemano qué ingredientes podemos utilizar en su preparación.
De hecho, existe una amplísima diversidad de ingredientes útiles en este sentido, los cuales se caracterizan por ser de origen cien por cien natural.
Por tanto, una de las principales ventajas de elaborar un exfoliante en casa es que podemos escoger qué ingredientes usar en su elaboración, lo que dependerá del tipo de piel que tengamos y, sobre todo, de cuáles sean las necesidades que esta tenga.
A continuación te ofrecemos un breve resumen acerca de cuáles son los ingredientes exfoliantes naturales más interesantes que existen:
Sal marina
La sal marina ayuda a eliminar los parches ásperos y secos propios de la piel envejecida y muerta.
Eso sí, no se trata de una opción tan adecuada para la piel del rostro, debido a que la sal es bastante más abrasivo, de ahí que no sea apto tampoco para quienes tengan la piel sensible o delicada.
Azúcar
Posee una textura ligeramente más suave que la sal marina, por lo que es una opción suave para la piel del rostro, o incluso para quienes tienen la piel sensible.
Y lo que es aún mejor: contiene ácido glicólico, un ácido alfa-hidroxiácido capaz de eliminar las células muertas en forma de exfoliante químico. Si lo deseas, puedes optar por azúcar moreno o azúcar blanco.
Posos de café
Debido a su textura suave, y a su elevado contenido en antioxidantes naturales, es una opción muy interesante, gracias a que mientras eliminamos las células muertas conseguimos promover la formación de nuevo colágeno.
Además, puede actuar estimulando la circulación, de manera que es especialmente útil como exfoliante corporal, al ayudar a tratar la celulitis y las estrías.
Esta es una manera de usar los posos de café para hacer un exfoliante.
Avena
La avena se convierte en una opción útil para quienes tienen la piel muy sensible o delicada debido a su suavidad.
Manzana y vinagre de manzana
Como ya te hemos mencionado en algún que otro momento, los ácidos alfa-hidroxiácidos aflojan las células muertas acumuladas sobre la piel, revelando una piel nueva que encontramos debajo.
Las manzanas, por ejemplo, son tremendamente ricas en ácido málico, convirtiéndose de hecho en una opción ideal a la hora de elaborar una mascarilla exfoliante facial. Mientras que el vinagre de manzana actúa como un agente químico.
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Leche
Tanto la leche como el yogur tienen un elevado contenido en ácido láctico, un suave exfoliante químico.
Bicarbonato sódico
Es otro ingrediente natural muy útil, debido a su textura granular.
Arroz molido
La textura del arroz molido es una opción suave como exfoliante regular, pudiendo ser utilizado no solo sobre la piel del rostro, sino también del cuerpo.
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Cómo usar el exfoliante casero
Debes utilizarlo inmediatamente después de la ducha, con la piel perfectamente limpia y ligeramente humedecida.
Para ello, simplemente ponte un poco de este producto en la palma de la mano, y aplícatelo sobre el cuerpo con la ayuda de suaves movimientos circulares.
Eso sí, en caso de estrías o celulitis, es aconsejable incidir un poco más en estas áreas, para disfrutar al máximo de todas sus cualidades.
Lo mismo si tienes granos en la espalda y quieres que desaparezcan poco a poco.
Que la exfoliación sea un paso esencial, no significa que se trate de un proceso que debamos llevar a cabo cada día, puesto que podríamos terminar irritándola e inflamándola en exceso.
Por tanto, no deberíamos excedernos, lo que significa hacerlo dos o tres veces a la semana como máximo, y no incidir de forma tan intensa a la hora de aplicarlo.
Sea como fuere, indiferentemente de que usemos un exfoliante elaborado por una marca de belleza, como si aprendemos a hacerlo nosotros mismos en casa, la exfoliación regular nos proporciona excelentes beneficios.
Uno de los más evidentes es la renovación de la piel, dado que al eliminar las células muertas que se han ido acumulando en su superficie, damos paso a una piel mucho más renovada, luminosa, brillante y saludable.
Pero no se trata del único beneficio.
De hecho, ¿sabías que después de cada exfoliación preparamos la piel para recibir mucho mejor el resto de productos?
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Esto es debido a que, al eliminar la gruesa capa de células muertas, la piel se encuentra mucho más receptiva, de forma que los diferentes productos tenderán a ser absorbidos más fácilmente, penetrando incluso más profundamente.
Ahora que ya conoces mi receta del mejor exfoliante corporal casero, ¡ponte manos a la obra!